La 1985

La buena literatura no surge en las pompas de jabón que bañan rizos color de sol, no crece en la campiña inglesa, no se alimenta de un gran filete, no está en los salmos, no se emborracha en castillos, no usa un reluciente frac, no brilla con oro, no duerme en palacios, no le gusta el cognac, detestaría un buen funeral.

La buena literatura huele a tierra, se divierte con golpizas y escupitajos, duerme en cuartos de azotea, se baña poco o no se baña, apuesta a los caballos, medio come, vive sola, paga con monedas, se suicida en su punto más alto. La literatura baila con ficheras viejas, alburea, exprime la belleza de los parroquianos de la pulquería "la 1985" con ojos opacos y desesperanzados que para olvidar piden un pulque. Otro pulque. Otro pulque. Otro. 

viernes, 20 de marzo de 2009

sabe bueno el helado de limón

un obús, otro obús
un sembradío repleto de centeno.
de nuevo obuses, más obuses,
un cañón.


ya no hay centeno para los invadidos;
la guerra avanza y con ella,
olvidas las ganas de ir a la playa,
querer una chica,
quedarte en casa.
tener casa,
besar a tus hijos y amigos.
no enterrar a tu padre siendo un niño.


entonces
los ojos brillan hacia el suelo;
un recipiente se hace vaso y sonríes
tu compañero se convierte en familia y sonríes
desear los buenos días convierten al día en un buen día
de 5 minutos y tú y él sonríen


una buena tarde de combate
agarra tu fusil pecho tierra, no dañes, piensa en
un helado de limón, quizá. quítate el casco.
Muere.


lamer un helado es tal vez el gran anhelo
de los que no disparan mientras divagan, mueren y sonríen.

Ideología Occidental

La actualidad es una realidad difícil de vivir, hay de todo: crisis económicas, pobreza, hambre, explotación laboral, amor no correspondido, best sellers mediocres, falta de empleo u oportunidades… Todo parece indicar que estamos cerca o en la cúspide como civilización bajo una nueva clase de idealismo, si; de idealismo occidental.

Así es. Poco a poco hemos relegado y exterminado las culturas que nos dieron vida, hemos tomado como bandera a la plus valía sobre todas las cosas, el físico y las apariencias son lo más importante dentro de la vida de cualquier ciudadano promedio del mundo occidental, y México no es la excepción.

Contextualicemos. A mí parecer la base de la supervivencia radica en tres elementos principales de los que emergen varios y muchos más. Los tres elementos de la base de la supervivencia humana son: la comida, el agua y la procreación.
Sin estos tres eslabones básicos, no tendríamos nada en nuestras vidas, y bueno, ¿qué mejor cosa podríamos hacer que ponerle precio a todo esto?. Estas tres bases de la supervivencia humana son cubiertas en su totalidad por la gran mayoría de la población de cualquier cultura, solamente todos aquellos que viven en pobreza extrema tienen obvias dificultades por conseguir comida, agua y un lugar donde existir que, casi siempre, es la misma calle.

La gente que existe en pobreza extrema, consigue su comida y listo. No tiene porqué preocuparse por pagar la renta, la luz, cambiar el auto familiar o ahorrar dinero para hacer un viaje vacacional a algún exótico destino. Esta gente se preocupa, precisamente, más por vivir que por cualquier otra cosa. Ellos saben del precio y valor de las cosas, inclusive su intención es salir adelante en el mundo pero, al final, lo único y más valioso que tienen es, su propia vida.
La otra parte de la población restante, se puede dar por hecho que, puede solventar las necesidades básicas antes mencionadas sin mucha dificultad.

México, al ser uno de los dos vecinos inmediatos del país más poderoso y de mayor influencia en el mundo, tiene una sensibilidad especial ante todo lo que Estados Unidos exporta a todos los rincones, y no me refiero a inversiones o exportación literalmente, me refiero a la exportación cultural de Estados Unidos.

Una de las características especiales de la cultura mexicana, es la tendencia a “tropicalizar” la mayoría de influencias procedentes de todas partes del mundo, por ejemplo: Estados Unidos tiene series de televisión de alto impacto y de gran calidad en cuanto a producción e interpretación, México en cambio tiene sus mundialmente famosas telenovelas, la gran mayoría carentes de alto impacto y contenido argumental y una calidad de producción a penas por encima del básico.

Y así también pasa con la ideología occidental, que no es otra cosa que las costumbres, estereotipos y tradiciones propias de los Estados Unidos de América.

Mientras nuestros vecinos anglosajones escuchan sus ipods (o ahora iphones), usan su Internet de banda ancha, y luchan día a día por verse más caucásicos y esqueléticos, aquí en México, vemos como cada vez más y más gente se une a la lucha por hacerse con algún clon chino y barato del popular reproductor de Mac, también notamos que un insulto recurrente, e increíblemente popular hoy en día es llamar a cualquier persona con un tono oscuro de piel “Indio”. Quizás todavía no hayamos tropicalizado del todo el racismo clásico norteamericano sin embargo, existe una especie de mini-racismo o discriminación hacia las personas de tes morena.

Ese sentimiento de superioridad, es la semilla madre de la mayor herencia de los Estados Unidos al mundo. Bien se dice que su cultura tiene un espíritu de “ser el más grande, más fuerte, ser el mejor”, y no está mal, me refiero al sentido de que este tipo de sentimientos han hecho, o motivado, a los ciudadanos norteamericanos a hacer grandes cosas. De no haber sido por la autodisciplina de Ernest Hemingway al escribir, de no haber sido por pensar cada frase, cada oración que iba a escribir, no conoceríamos al escritor que revolucionó el estilo de escritura en la literatura de habla inglesa.

Últimamente he reflexionado mucho en cuanto a mi nueva vida de desempleado.. digo de egresado. Tengo un trabajo pequeño pero que me permite una interacción humana muy buena, la paga por otro lado, es pequeña. Todo esto ha hecho que vea algunas cosas desde cierta perspectiva: conocidos, amigos y familiares míos, es decir, un círculo de clase media, posiblemente vean mi empleo como un “trabajito”.

¿En México qué significa un “trabajito”?, un trabajito es todo aquel empleo de paga reducida y por ello, considerada por la media de la población como una actividad falta de éxito o vista como una auténtica tragedia.

Entonces; un humilde trabajador de la construcción, mejor conocido como “albañil”, está en desgracia porque se desempeña en un trabajo donde expone su físico e inclusive en ocasiones poniendo en riesgo su vida mientras que, por el otro lado, un muchacho que al igual que el albañil, no estudió más que la primaria o la secundaria, es vanagloriado por millones de personas y retribuido con millones de pesos por solo patear una pelota.

Entonces a lo que voy es que, en definitiva el dinero no es sinónimo de éxito. Puedes estar ganando cantidades exorbitantes de dinero, a costa del sufrimiento humano, o puedes ganar muy poco dinero de forma humilde y totalmente honrosa.

Si bien es cierto que la concepción que tenemos de personas adineradas es que por lo general son educadas y correctas socialmente mientras que las personas de orígenes humildes tienen comportamientos socialmente incorrectos, en la actualidad nos encontramos con papeles inversos; desde un hijo de papi diputado cuyo objetivo es vivir adorando su ego creyendo que es un ser excepcional de la raza humana y, por lo tanto, haciéndose notar de tal modo con maltratos, como podemos ver a una persona de origen humilde totalmente integrado a la sociedad, trabajando a diario a sabiendas de que todo su sueldo se irá en su familia y totalmente contento y agradecido por su vida.

Señoras y señores, como bien dice el maestro Jodorowsky; la actualidad de la cultura occidental desarrollada y exportada por Estados Unidos, está llegando a su plenitud, de hecho, creo que ya ha empezado a caer. Lo único que nos queda por ahora es poner las cosas en perspectiva; ¿estamos en crisis financiera porque no habrá excedentes monetarios para gastar en trivialidades de la vida como lo son: textiles de nombres europeos sobrevalorados (mejor conocidos como ropa), artículos electrónicos que funcionan a base de tecnología espacial con el objetivo de limpiarte el culo al terminar de cagar, pero eso si, caros como el mismo precio de una casa, o más bien, estamos en una crisis de espíritu, en la que la vida y comportamientos humanos son guiados por ficciones materiales y supuestas estructuras sociales funcionales en decadencia?.

Creo que si respetamos los principios básicos de la existencia (no obligatoriamente los míos), podremos tener una vida, una existencia más total que habitando una casa de verano de miles y miles de metros cuadrados repletos de aparejos tecnológicos cuya vida funcional habrá de terminar algún día. Consumiendo la distorsionada imagen de la industria del entretenimiento “made in usa” sumido en el anhelo de tener un abdomen de lavadero y el carisma de Tom Cruise, una novia como Hillary Duff o Rihanna sin darte cuenta, jamás, de que la gran mayoría de estos “entreteiners” son productos ideados y creados minuciosamente para dormir a una sociedad haciéndola creer que todos pueden cumplir sus sueños y que tú serás igual que todos ellos al poseer los mismo productos que las estrellas, sin tomar en cuenta claro que a ellos, a las “estrellas”, se los obsequian con el simple compromiso a cambio de que sean vistos usando los productos para que el norteamericano promedio les vea, y por ende, consuma los mismos productos y vidas.

Nosotros hemos olvidado algo, esa es la cultura de su país, nosotros preocupémonos por la nuestra. Un cultura en la que la gente sale a caminar al centro, una cultura en la que siempre queda latente la ida a la marquesa, una cultura en la que se visita algún pueblo perdido y libre de servicios de Internet inalámbrico a alta velocidad, una cultura de salir a caminar al parque, al mar, bajo la lluvia, sin reproductores de mp3, sin cartera con dinero y sin ropa carísima, sin cámaras digitales, sin el libro de moda para que piensen que soy culto. Sin importar el coche que traigas o la zona en la que vivas, sin pretender ser como aquel actor o importante ente de la sociedad, sin pretender nada, sin hacerte notar a toda costa.

Una cultura propia de cada región del país en la que, con una buena cervecita, un dominó en el garage de la casa a la tarde y los amigos o familia, se vive bien, se existe bien.

En chanclas, solo o con tu pareja, con la ventana abierta, las persianas cerradas, o sin persianas, después de ir al mercado.

¿De verdad importa tanto, o le echamos la culpa al libre albedrío?.