La 1985

La buena literatura no surge en las pompas de jabón que bañan rizos color de sol, no crece en la campiña inglesa, no se alimenta de un gran filete, no está en los salmos, no se emborracha en castillos, no usa un reluciente frac, no brilla con oro, no duerme en palacios, no le gusta el cognac, detestaría un buen funeral.

La buena literatura huele a tierra, se divierte con golpizas y escupitajos, duerme en cuartos de azotea, se baña poco o no se baña, apuesta a los caballos, medio come, vive sola, paga con monedas, se suicida en su punto más alto. La literatura baila con ficheras viejas, alburea, exprime la belleza de los parroquianos de la pulquería "la 1985" con ojos opacos y desesperanzados que para olvidar piden un pulque. Otro pulque. Otro pulque. Otro. 

viernes, 20 de marzo de 2009

sabe bueno el helado de limón

un obús, otro obús
un sembradío repleto de centeno.
de nuevo obuses, más obuses,
un cañón.


ya no hay centeno para los invadidos;
la guerra avanza y con ella,
olvidas las ganas de ir a la playa,
querer una chica,
quedarte en casa.
tener casa,
besar a tus hijos y amigos.
no enterrar a tu padre siendo un niño.


entonces
los ojos brillan hacia el suelo;
un recipiente se hace vaso y sonríes
tu compañero se convierte en familia y sonríes
desear los buenos días convierten al día en un buen día
de 5 minutos y tú y él sonríen


una buena tarde de combate
agarra tu fusil pecho tierra, no dañes, piensa en
un helado de limón, quizá. quítate el casco.
Muere.


lamer un helado es tal vez el gran anhelo
de los que no disparan mientras divagan, mueren y sonríen.

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