Pues nada, no importa cuanto quieras ver la silla del mismo modo que el otro, cada quien la mira a su manera...
Lo que me asusta en si no es que no cambiemos, sino, que cambiemos y nos volvamos más "humanos". Eso si me aterra.
Al final, lo que me queda, y compruebo día con día es que, la Danza de la Realidad se manifiesta a cada momento.